Se trata de deslegitimar la democracia actual y acercarnos a un borde desde el que Sánchez y los suyos puedan intentar saltar a otra legalidad.
Sánchez está convencido de que pasará a la historia por haber desenterrado los restos del dictador, no por haber enterrado la democracia española.
¿Miente Xabier Fortes cuando hace esa acusación o simplemente es demasiado tonto como para entender qué es una confesión y qué no?
A dirigentes con las pulsiones totalitarias de Sánchez siempre les molesta la oposición que pueda representar la prensa y la judicatura independientes.
Manuel Marchena ya es también un digno émulo de los más grandes juristas. Y, como ellos, pasará a los Anales de la Justicia.